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lunes, 20 de octubre de 2008

DEMOCRATIZAR EL PODER FINANCIERO.

La economía y las finanzas son disciplinas que han jugado un rol esencial en la conformación del nuevo tipo de sociedad que hoy vivimos, y que dieron en su momento las soluciones técnicas a las crisis cíclicas del capitalismo industrial. Dando paso al capitalismo financiero, llamado también especulativo, abstracto o de casino.

La toma de decisiones por parte de los profesionales de la economía y finanzas que tiene a su cargo la responsabilidad de manejar las cuentas nacionales de los Estados, así como el futuro económico de millones de ciudadanos, siempre se ha considerado ajeno a toda penetración ideológica, o al menos así nos hacen creer. Prueba de ello es que todo inquilino de la cartera de economía se considera apolítico. Y sus criterios de valoración para la toma de decisión se reducen a fríos números y cifras, desterrando toda postura sensible con lo social.

La gran crisis financiero que vive el capitalismo, como consecuencia de transacciones financieras que atentan la ética y la moral, e irresponsables con el futuro económico de millones de ciudadanos en el mundo, ha tenido como sustento la codicia de un grupo de financista por acumular riqueza a costa de venta de papeles y bonos, sin ningún sustento financiero. A puesto de relieve lo poco objetivo de las decisiones económicas y su carácter eminentemente ideológico. Incluido la solución a la presente crisis.

El poder financiero viene solicitando a sus respectivo Estados el salvataje financiero y la compra de las deudas a fin de poder salvar la quiebra de los Bancos y Aseguradoras, quienes fueron los directamente responsable de esta crisis. Es decir, en la lógica de los economistas “objetivos” y “apolíticos”, la solución es la siguiente: Salvar a lo financista que realizaron transacciones inmorales, con dinero publico de millones de ciudadanos. Dicho de otro modo premiar a quienes actuaron atentando a la ética económica. No sería mas ético salvar a los miles de ciudadanos que se hipotecaron con viviendas que sus magros ingresos no pueden sanear, que fueron instigados e inducidos por los grades corporaciones financieras a firmar contratos hipotecarios impagables. A través de grandes campañas publicitarias que venden la idea del chalet propio que es el sueño del ciudadano medio norteamericano.

Platón distinguía una decisión política de cualquier otra por su carácter general e impersonal; las grades decisiones en política económica que se realizan desde las grandes corporaciones y los organismos mundiales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional afectan a millones de ciudadanos, sin embargo, estas no se consultan a los afectados pese a que pone en juego su destino económico. Quién eligió a los grandes burócratas de estos organismos financieros mundiales para que tomen decisiones por millones a de ciudadanos y enrumbar a una crisis sistémica.

Ahora que la crisis financiera ha puesto en cuestión el capitalismo en su versión abstracta y especulativa, necesitamos de un nuevo modelo de estructura financiera, un elemento básico en tomar en cuenta en esta nueva estructuración económica financiera es la democratización de este poder que conduce los destinos de la sociedad.

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