Cuando el Dr. Iván Getting, creador del Sistema de Posicionamiento Global, cuyas siglas en ingles han trascendido en el habla cotidiana como GPS, presidía la empresa Aeroespace Coop. fundada por la fuerza aérea norteamericana, dedicada a trabajar los proyecto de direccionamiento y seguimiento milimétrico de los misiles de destrucción masiva, mediante una red de satélites espaciales conectados en un número aproximado de 24 satélites, nunca imaginó que su invento podría pasar del rastreo a los misiles al rastreo de los futuros trabajadores del globo terrestre.
El filosofo argentino Mario Bunge citó alguna vez que la ciencia y la tecnología no es ni buena ni mala, si no depende de la utilidad social con que el hombre haga uso de la técnica; la aplicación concreta de la ciencia, la tecnología, a traído al ser humano grandes satisfacciones, desarrollo, comodidad, confort; como también enormes devastaciones que registran la historia. Es por ello la transcendencia de un debate en nuestro país sobre el uso actual del GPS en el trabajo y en las relaciones laborales.
El GPS, éste útil y moderno sistema, hay en sus diferentes necesidades, para navegación, montañistas, transporte, y desde el 2010 para los trabajadores, que posibilitan a las empresas seguir en tiempo real a través del teléfono móvil la jornada de trabajo de sus empleados, localizar los vehículos y conocer las incidencias que se han registrado durante su ruta. En nuestro país ya se viene aplicando con frecuencia en muchas compañías transnacionales.
Esta herramienta tecnológica cuenta con altímetro, brújula electrónica, dependiendo del GPS estos datos pueden ser: velocidad que llevamos, kilómetros que llevamos recorridos, distancia que nos queda para llegar a un punto concreto, el tiempo que vamos a tardar en llegar según la velocidad que llevamos, el tiempo que estamos en movimiento, el tiempo que estamos parados, la media de velocidad en movimiento o la media total de velocidad, la altura en un momento concreto, la ascensión acumulada en toda la excursión, la precisión en metros que va teniendo en todo momento el aparato, el error máximo que podemos cometer, aun yendo por donde nos indica el GPS, no suele pasar de 10 metros normalmente hasta una precisión milimétrica, todo depende de la calidad del GPS.
Los datos que hemos detallado, en manos del empleador, aplicables a las relaciones laborales no es, si no, la exacerbación y omnipresencia del empleador en la vida cotidiana e intima de los trabajadores; si bien este sistema se viene dando durante las jornada de las horas de trabajo, los movimientos y la cotidianidad intima del trabajador que configura el día a día y la naturaleza de seres humanos, no le pertenece si no con absoluta privacidad al trabajador.
Existe a la fecha un duro cuestionamiento a la aplicación del GPS tanto en nuestros países vecinos como en la vieja Europa; así se tiene por ejemplo el caso del Ayuntamiento de Carlet, en España, en donde la alcaldesa puso en marcha la aplicación del sistema de GPS a los trabajadores encargados de la limpieza de la ciudad a fin de exigir mayor rendimiento en sus trabajos, la Unión General de Trabajadores, UGT, sindicato español de trayectoria socialista, le salió al frente y puso en cuestión dicho proyecto; de la mis opinión es el sindicato de trabajadores de Valencia, España, quienes también rechazaron el uso de GPS por parte de las empresas; a la fecha se viene exigiendo el consentimiento del trabajador para instalar este dispositivo y poder controlar el trabajo; en Córdoba, Argentina, los empleados de la sociedad municipal de saneamientos calificaron de "acoso laboral" las medidas que controlarán el modo en el que cada uno hace su trabajo.
En el país del norte, aún no existe unanimidad respecto al uso del GPS, hay opiniones favorables y desfavorables, así una última sentencia el Tribunal declaró que la policía necesita de autorización de un juez, para colocar el GPS a una persona acusada o procesada penalmente. La tradición liberal de los EE.UU fundamenta su cuestionamiento al uso del GPS al atentar la cuarta enmienda de la Constitución Norteamericana que protege el derecho a la privacidad,
Al rastreo del trabajador y de sus movimientos la empresa no da cuenta del estrés laboral que puede generar la implementación totalitaria de este sistema y la sensación casi paranoica del trabajador para alcanzar la bendita productividad y metas de la empresa. El 28% de los trabajadores Europeos sufre de estrés laboral, un aproximado de 40 millones de persona. En nuestro país no existe estadística al respecto.
No existe duda que la dignidad del trabajador está siendo afectada, los europeos, como siempre, ya levantaron su voz, que dirán ahora los trabajadores peruanos, seguirán aceptando el status quo.
El filosofo argentino Mario Bunge citó alguna vez que la ciencia y la tecnología no es ni buena ni mala, si no depende de la utilidad social con que el hombre haga uso de la técnica; la aplicación concreta de la ciencia, la tecnología, a traído al ser humano grandes satisfacciones, desarrollo, comodidad, confort; como también enormes devastaciones que registran la historia. Es por ello la transcendencia de un debate en nuestro país sobre el uso actual del GPS en el trabajo y en las relaciones laborales.
El GPS, éste útil y moderno sistema, hay en sus diferentes necesidades, para navegación, montañistas, transporte, y desde el 2010 para los trabajadores, que posibilitan a las empresas seguir en tiempo real a través del teléfono móvil la jornada de trabajo de sus empleados, localizar los vehículos y conocer las incidencias que se han registrado durante su ruta. En nuestro país ya se viene aplicando con frecuencia en muchas compañías transnacionales.
Esta herramienta tecnológica cuenta con altímetro, brújula electrónica, dependiendo del GPS estos datos pueden ser: velocidad que llevamos, kilómetros que llevamos recorridos, distancia que nos queda para llegar a un punto concreto, el tiempo que vamos a tardar en llegar según la velocidad que llevamos, el tiempo que estamos en movimiento, el tiempo que estamos parados, la media de velocidad en movimiento o la media total de velocidad, la altura en un momento concreto, la ascensión acumulada en toda la excursión, la precisión en metros que va teniendo en todo momento el aparato, el error máximo que podemos cometer, aun yendo por donde nos indica el GPS, no suele pasar de 10 metros normalmente hasta una precisión milimétrica, todo depende de la calidad del GPS.
Los datos que hemos detallado, en manos del empleador, aplicables a las relaciones laborales no es, si no, la exacerbación y omnipresencia del empleador en la vida cotidiana e intima de los trabajadores; si bien este sistema se viene dando durante las jornada de las horas de trabajo, los movimientos y la cotidianidad intima del trabajador que configura el día a día y la naturaleza de seres humanos, no le pertenece si no con absoluta privacidad al trabajador.
Existe a la fecha un duro cuestionamiento a la aplicación del GPS tanto en nuestros países vecinos como en la vieja Europa; así se tiene por ejemplo el caso del Ayuntamiento de Carlet, en España, en donde la alcaldesa puso en marcha la aplicación del sistema de GPS a los trabajadores encargados de la limpieza de la ciudad a fin de exigir mayor rendimiento en sus trabajos, la Unión General de Trabajadores, UGT, sindicato español de trayectoria socialista, le salió al frente y puso en cuestión dicho proyecto; de la mis opinión es el sindicato de trabajadores de Valencia, España, quienes también rechazaron el uso de GPS por parte de las empresas; a la fecha se viene exigiendo el consentimiento del trabajador para instalar este dispositivo y poder controlar el trabajo; en Córdoba, Argentina, los empleados de la sociedad municipal de saneamientos calificaron de "acoso laboral" las medidas que controlarán el modo en el que cada uno hace su trabajo.
En el país del norte, aún no existe unanimidad respecto al uso del GPS, hay opiniones favorables y desfavorables, así una última sentencia el Tribunal declaró que la policía necesita de autorización de un juez, para colocar el GPS a una persona acusada o procesada penalmente. La tradición liberal de los EE.UU fundamenta su cuestionamiento al uso del GPS al atentar la cuarta enmienda de la Constitución Norteamericana que protege el derecho a la privacidad,
Al rastreo del trabajador y de sus movimientos la empresa no da cuenta del estrés laboral que puede generar la implementación totalitaria de este sistema y la sensación casi paranoica del trabajador para alcanzar la bendita productividad y metas de la empresa. El 28% de los trabajadores Europeos sufre de estrés laboral, un aproximado de 40 millones de persona. En nuestro país no existe estadística al respecto.
No existe duda que la dignidad del trabajador está siendo afectada, los europeos, como siempre, ya levantaron su voz, que dirán ahora los trabajadores peruanos, seguirán aceptando el status quo.
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