La publicación en el Diario El Comercio de Lima de los cables proporcionados por Wikileaks, que revelan las visita de los candidatos, Alejandro Toledo, Luis Castañeda, Keiko Fujimori y Ollanta Humala, a la embajada de los EE.UU. es un hecho, que ha sido tratado por la prensa de manera anecdótica, sin el menor análisis desde las relaciones de poder.
Hay que señalar que si bien los EEUU. ya no es el amo del mundo en temas económicos, debido al desarrollo de China y del bloque asiático; sin embargo, lo sigue siendo en materia de poder político, cuya fuente de poder está sustentado básicamente en la fuerza y la tecnología militar.
Miremos si no el despliegue de bases militares que tiene los EEUU en todo el mundo que alcanza el número aproximado de 700. Esto hace recordar en la historia la caída del imperio romano. Cuando Roma se descomponía socialmente sus legiones atrincheradas en las provincias lejanas cuidaban su fronteras e intentaban mantener el imperio con sus lanzas ante el avance de los barbaros. Que de releer la historia no fueron tan barbaros. Recordemos que los clanes germánicos permitían la participación de la mujer en sus asambleas. Por el contrario los civilizados romanos siempre pusieron trabas al desarrollo de las mujeres.
A este tipo de poder militar se acompaña el poder de penetración, conceptualizado por el profesor alemán Klaus Knorr, de la Universidad de Princeton, que consiste en una variedad de actividades abiertas, públicas o privadas. Que hace uso de la propaganda, el fomento de la inquietud política y otros medios de acción para incidir en el sistema político, el apoyo de partidos políticos, contactos con ciudadanos influyentes, etc. Solo entendiendo este mecanismo de poder de penetración se entiende el llamado de Rospigliosi, ex Ministro del Interior de Toledo, solicitando la intervención de los EEUU.
En diálogo con El Comercio, Rospigliosi admitió que el contenido del cable era cierto. Justificándose que “Humala era un peligro para la democracia peruana. Era un agente de Hugo Chávez [...] había un peligro. Yo no quería que el Perú cayera en manos de un agente de Chávez”.
Cuál es el objetivo político de este tipo de recurso de poder de penetración de los EEUU., ahora que no puede condicionar económicamente a los países, ya que no estamos en la década de los ochenta cuando el FMI era su principal instrumento de subordinación.
El objetivo es claro la subordinación y sumisión de los futuros presidenciables al poder de los EEUU, y de sus empresas transnacionales. Una vergüenza para la política nacional y para nuestros actores políticos. De acuerdo con la noticia del Diario El Comercio se puede verificar que todos los candidatos que tiene opción de victoria electoral y de presencia en el futuro parlamento, desde Toledo hasta Ollanta, pasando por Castañeda y Keiko pasaron por la embajada de los EEUU.
Hay que señalar que si bien los EEUU. ya no es el amo del mundo en temas económicos, debido al desarrollo de China y del bloque asiático; sin embargo, lo sigue siendo en materia de poder político, cuya fuente de poder está sustentado básicamente en la fuerza y la tecnología militar.
Miremos si no el despliegue de bases militares que tiene los EEUU en todo el mundo que alcanza el número aproximado de 700. Esto hace recordar en la historia la caída del imperio romano. Cuando Roma se descomponía socialmente sus legiones atrincheradas en las provincias lejanas cuidaban su fronteras e intentaban mantener el imperio con sus lanzas ante el avance de los barbaros. Que de releer la historia no fueron tan barbaros. Recordemos que los clanes germánicos permitían la participación de la mujer en sus asambleas. Por el contrario los civilizados romanos siempre pusieron trabas al desarrollo de las mujeres.
A este tipo de poder militar se acompaña el poder de penetración, conceptualizado por el profesor alemán Klaus Knorr, de la Universidad de Princeton, que consiste en una variedad de actividades abiertas, públicas o privadas. Que hace uso de la propaganda, el fomento de la inquietud política y otros medios de acción para incidir en el sistema político, el apoyo de partidos políticos, contactos con ciudadanos influyentes, etc. Solo entendiendo este mecanismo de poder de penetración se entiende el llamado de Rospigliosi, ex Ministro del Interior de Toledo, solicitando la intervención de los EEUU.
En diálogo con El Comercio, Rospigliosi admitió que el contenido del cable era cierto. Justificándose que “Humala era un peligro para la democracia peruana. Era un agente de Hugo Chávez [...] había un peligro. Yo no quería que el Perú cayera en manos de un agente de Chávez”.
Cuál es el objetivo político de este tipo de recurso de poder de penetración de los EEUU., ahora que no puede condicionar económicamente a los países, ya que no estamos en la década de los ochenta cuando el FMI era su principal instrumento de subordinación.
El objetivo es claro la subordinación y sumisión de los futuros presidenciables al poder de los EEUU, y de sus empresas transnacionales. Una vergüenza para la política nacional y para nuestros actores políticos. De acuerdo con la noticia del Diario El Comercio se puede verificar que todos los candidatos que tiene opción de victoria electoral y de presencia en el futuro parlamento, desde Toledo hasta Ollanta, pasando por Castañeda y Keiko pasaron por la embajada de los EEUU.
No abra quien diga que la sumisión de los políticos latinoamericanos, con las claras y dignas excepciones, no es nuevo en política. Es cierto, pero hoy se intensifica y prevalece sobre las demas formas de relación de poder ante la crisis financiera que padece el imperio del norte.
Después de esto solo queda la resignación de saber al menos por quien no votar.
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