Publicado el 07 de Marzo del 2011 en el Diario El Comercio.
Es muy frecuente escuchar hacer mención al sistema político como fuente de la crisis de un país. Se lo asocia a la ideología liberal o socialista, dependiendo del modelo político, así como las instituciones, conductas, procesos y valores en la sociedad.
El estudio del sistema político se remonta a la concepción biológica organicista, planteada por Karl Ludwig, quien expuso su teoría bajo una visión totalizadora de la biología respecto de la sociedad; y a la concepción estructural funcionalista del sociólogo Talcott Parsons. Sin embargo, David Easton aplicó por primera vez la teoría sistémica a la vida política.
En todo sistema político encontramos una ideología, que expresa el conjunto de valores y creencias que le dan validez; grupos, élites, que por su ubicación tienen la capacidad de tomar decisiones; instituciones (Estado, gobierno, partidos, grupos de presión, etc.) que son los instrumentos para hacer efectivo el ejercicio del poder; relaciones interconductuales, entre los que toman las decisiones, los ejecutores y los beneficiarios o afectados, según sea el caso.
Todos los que configuran un sistema político están interrelacionados entre sí. Por eso no basta con democratizar uno de sus elementos. Es necesario hacerlo con el conjunto del sistema, si queremos convivir dentro de un sistema verdaderamente democrático.
En este tiempo de campañas y promesas electorales, quién se atreve a colocar el dedo en la llaga e iniciar una reforma no solo del Estado, sino del conjunto de las instituciones del modelo político.
Es muy frecuente escuchar hacer mención al sistema político como fuente de la crisis de un país. Se lo asocia a la ideología liberal o socialista, dependiendo del modelo político, así como las instituciones, conductas, procesos y valores en la sociedad.
El estudio del sistema político se remonta a la concepción biológica organicista, planteada por Karl Ludwig, quien expuso su teoría bajo una visión totalizadora de la biología respecto de la sociedad; y a la concepción estructural funcionalista del sociólogo Talcott Parsons. Sin embargo, David Easton aplicó por primera vez la teoría sistémica a la vida política.
En todo sistema político encontramos una ideología, que expresa el conjunto de valores y creencias que le dan validez; grupos, élites, que por su ubicación tienen la capacidad de tomar decisiones; instituciones (Estado, gobierno, partidos, grupos de presión, etc.) que son los instrumentos para hacer efectivo el ejercicio del poder; relaciones interconductuales, entre los que toman las decisiones, los ejecutores y los beneficiarios o afectados, según sea el caso.
Todos los que configuran un sistema político están interrelacionados entre sí. Por eso no basta con democratizar uno de sus elementos. Es necesario hacerlo con el conjunto del sistema, si queremos convivir dentro de un sistema verdaderamente democrático.
En este tiempo de campañas y promesas electorales, quién se atreve a colocar el dedo en la llaga e iniciar una reforma no solo del Estado, sino del conjunto de las instituciones del modelo político.
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