En entrevista al Diario La República, de fecha domingo 25 de Julio del 2010, el historiador Nelson Manrique, afirma que las participación de los jóvenes universitarios en las protestas contra la dictadura fujimorista, eran en su mayoría estudiantes de la Universidad Católica, ello a consecuencia de que la dirigencia de la Federación Universitaria de San Marcos, afirma el historiador, era fujimorista.
Dichas afirmaciones, demuestran un claro desconocimiento, por parte del profesor Nelson Manrique, de la vida política universitaria de los años 95 al 2000, en la Universidad de San Marcos, y una ofensa a las decenas de estudiantes sanmarquinos que fueron expulsados de la universidad y detenidos injustamente durante los años de dictadura fujimontesinista.
Seguramente, el profesor concluye dichas afirmaciones de un hecho aislado, y que fue en su momento duramente denunciado en los Congresos estudiantiles, en el que unos eternos estudiantes (en realidad ya no eran estudiantes), sin representación y corrompidos apoyaron al señor Cesar Paredes Canto, quien postularía en la lista de Fujimori. Sin embargo, debemos recordar que para los años 90 la Federación Universitaria de San Marcos ya no tenía existencia institucional y menos aún legitimidad estudiantil, situación que fue copado por la gloriosa Coordinadora de bases de San Marcos, quien llevó adelante la defensa de la Universidad de San Marcos ante la intervención del fujimontesinismo, situación que llevó a que los estudiantes sanmarquinos iniciaran su lucha contra la dictadura desde el autogolpe del 05 abril de 1992, y seguidamente su defensa de la Universidad, el 25 de mayo de 1995, fecha de la intervención; comprendiendo, los estudiantes sanmarquinos, en aquellos años, que la intervención de San Marcos eran una intervención por controlar políticamente la Universidad por la mafia fujimontesinista, y así lo comprendieron los estudiantes sanmarquinos, por ello la lucha no solo era estudiantil, sino era una lucha política contra la dictadura. Situación que causó incluso imputaciones a los estudiantes sanmarquinos de estar politizados, cuando solo era la verdadera comprensión de los factores reales del poder.
Y como bien señala el profesor Nelson Manrique, la lucha contra la dictadura fue un proceso que culminó con los videos en donde se mostraba la corrupción evidente del régimen; y ese proceso fue comprendido por muchos dirigentes y estudiantes sanmarquinos que desde el 95 venían protestando contra la dictadura y que culminó también con las grandes protestas estudiantiles, donde es cierto también participaron los alumnos de la Católica, en muy buena proporción, quienes llamaron la atención, para los tabloides del fujimontesinismo, porque muchos de ellos se perdían en el centro de Lima al no conocerla y porque para la prensa amarilla era noticia de que los “blanquitos” también sabían protestar, al haberse destituido a sus profesores del Tribunal Constitucional. Ello no significa que debemos de generalizar que esta fue la motivación que llevó a marchar a las universidades privadas, sería injusto, muchos de ellos marchaban, también, convencidos y conscientes de que la lucha eran contra la dictadura.
Vale decir, los sanmarquinos no esperaron que arrojen a sus maestros del Tribunal Constitucional para recién protestar, al contrario comprendieron que la lucha era política contra la dictadura, y no comenzó, para San Marcos, con la destitución del Tribunal Constitucional, sino años antes y por ello salieron a las calles, mayoritariamente en comparación a otras universidades privadas y no con las manos pintadas de blancos, sino con los puños cerrados contra la corrupción y el hambre de nuestros pueblo a consecuencia del saqueo de los recursos de nuestro país.
Se equivoca también el profesor Nelson Manrique cuando afirma que en el movimiento universitario de los cuatro suyos no tuvo participación los clásicos movimiento de izquierda, nada más irreal, cuando en la Coordinadora de Bases de San Marcos, no solo participaban los Centros de estudiantes y Centros Federados de San Marcos, sino, también, los movimientos políticos, situación que siempre genero largas polémicas entre Centros de Estudiantes y grupos políticos, como no recordar a los militantes del Fer de San Marcos, a Juventud Popular, Avanzada estudiantil, Integración estudiantil, Colectivo Amauta, etc, que si bien eran minoritarios a comparación de la gran masa universitaria siempre jugaron el rol de vanguardia en la lucha por la recuperación de la democracia, eran quienes venían luchando desde el año 92 y las gestas y huelga de hambre del 95 en san marcos, eran quienes hacían el rol de dirigir las marchas, eran quienes dirigían y no se perdían en el centro de Lima para dirigir las movilizaciones, señor Nelson Manrique, y recordemos que en toda lucha se requiere de una vanguardia y esa fue la labor de los grupos políticos universitarios de izquierda, que aglutinados (Ahí jugo un rol estratégico la coordinadora Jóvenes contra la dictadura, donde participaban los grupos políticos) con los demás dirigentes estudiantiles de izquierda de las universidades públicas como la Villarreal, La Cantuta, Callao, siempre fueron mayoría las universidades nacionales; y los grupos de izquierda, siempre dirigieron las grandes movilizaciones y tampoco podemos ser mezquinos con la juventud aprista que tuvo una participación activa en la recuperación de San Marcos y contra la dictadura, así como tampoco de una gran masa de estudiantes sin filiación que participaron, pero la vanguardia siempre estuvo claro en sus objetivos.
Es por ello, que el profesor Manrique cae en un reduccionismo al afirmar que en las movilizaciones por la recuperación de la democracia tuvo mayor participación las universidades privadas como la Universidad Católica, nada más irreal, las universidades nacionales, como San Marcos, Cantuta, Villarreal, Callao siempre fueron mayoría. Y no se trata de arrogarse representación, ni se trata de una competencia entre Universidades nacionales y privadas, que devendría en estéril, no es esa la motivación del presente ensayo, ya que finalmente la defensa de la democracia le pertenece a todo el pueblo peruano, pero que en la historia se registre la verdad.
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