Exposición de motivos.
No existe hasta la fecha en nuestro país una verdadera reforma política del estado que supere el viejo problema de regionalismo y centralismo. Durante las últimas décadas se han ido implementado algunas reformas parciales, sectoriales, de la gestión pública del estado, mediante la desconcentración de carácter administrativo público, haciéndose pasar esta como una reforma aparentemente política (de poder; manteniéndose en lo medular la decisiones de poder en la ciudad capital.
Durante toda la república nunca se ha intentado una reforma de la estructura de poder en nuestro país, que busque el equilibrio en la toma decisiones de poder, de las distintas fuerzas y expresiones de poder del país, que incluyan principalmente las fuerzas reales y organizadas del interior del país, y sus expresiones socio culturales, andinos y amazónicos.
Una prueba concreta de la continuidad de la centralización del poder en la ciudad capital, Lima, son a la fecha la lucha de poder existente entre el poder central, aliada a la minería, y la defensa de las regiones de los recursos naturales a través de sus expresiones políticas, movimientos regionales, frentes de defensas, y los gobiernos regionales, en algunas coyunturas. Este proceso se han venido repitiendo en Arequipa, Piura, Amazonas, Moquegua, Puno y últimamente en Cajamarca.
En el Perú unos de los principales problemas de estructura del poder no resuelto ha sido el control hegemónico de los grupos de poder limeño, expresado en los partidos nacionales, de control de los grupos de poder de la capital, expresados en el civilismo durante el siglo pasado y posteriormente, con los partidos de cuadro y de masa de alcance nacional, PPC, APRA, AP, PP, etc., cuyas élites políticas hegemonizan la opinión política en alianza con los poderes económicos, que ponen a su alcance los medios de comunicación. Rezagándose a los líderes políticos regionales y provinciales a una mínima expresión. Así la política se decide desde Lima.
La estadística de los partidos políticos creados en Lima y con ascendencia capitalina, que hegemonizan el discurso político, participantes en los últimos tres procesos presidenciales, 2001, 2006 y 20011, desde el retorno a la democracia, nos confirma la hipótesis, que aún la política se decide desde Lima. Veamos.
Elecciones Presidenciales 2001.
Partido Influencia.
- Frente Independiente Moralizador. Lima
- Apra Lima (Con influencia en el norte)
- Perú Posible Lima
- Proyecto país. Lima
- Renacimiento andino. Lima (Con influencia en el centro)
- Solución popular. Lima.
- Todos por la victoria. Lima
- Unidad Nacional. Lima
Elecciones Presidenciales 2006.
Partido Influencia
- Alianza por el progreso Trujillo
- Alianza por el futuro. Lima
- Avanza país. Lima
- Concertación descentralista. Lima
- Fuerza Perú Lima
- Frente de centro. Lima
- Fuerza democrática Lima
- Justicia nacional Lima
- Movimiento nueva izquierda Lima
- Partido socialista Lima
- Apra Lima( Perdió su influencia norte)
- Perú Ahora Lima (Influencia en Cajamarca)
- Progresemos Perú Lima
- Reconstrucción democrática Lima
- Renacimiento andino Lima(Influencia en el centro)
- Restauración nacional. Lima.
- Resurgimiento peruano. Lima
- Unidad nacional Lima
- Unión por el Perú. Lima
- Y se llama Perú. Lima
Elecciones Presidenciales 2011.
Partidos Influencia
- Perú Posible- Acción Popular-Somos Perú. Lima
- Cambio Radical Callao
- Fuerza 2011. Lima
- Despertar nacional. Lima
- Fuerza nacional. Lima
- Alianza por el gran cambio. Lima
- Conformado por:
- Partido Humanista Lambayeque.
- Alainza por el progreso. Trujillo
- Partido popular cristiano. Lima
- Restauración nacional Lima
- Partido adelante. Lima
- Solidaridad nacional Lima
- Gana Perú. Lima
- Justicia, Tecnología, Ecología. Lima.
Las experiencias por buscar una descentralización del poder político en nuestro país nunca ha sido abordado desde lo medular, es decir desde la representación política de las regiones en el primer poder del estado: el Parlamento.
Los partidos nacionales, en su mayoría fundadas en Lima, priorizan su política desde los intereses de la capital, aglutinando en su estrategia a líderes regionales a fin de que el partido nacional alcance legitimidad en dichas regiones, más no levantan la voces e intereses en particular de aquella región que los legitima; al tener prioridad en los partidos nacionales los temas de alcance nacional que en su mayoría circulan en el debate de la ciudad capital, minimizando los problemas concreto de las regiones.
La última década la batalla política democrática de los movimientos regionales y frente de defensas, han demostrado su fortalecimiento, no solo de representación política, si no, también, institucional, el cual se ha podido verificar en las distintas mesas de negociaciones aperturadas por el Ejecutivo en donde la participación de los movimientos regionales y sus líderes han sido determinantes para la solución política de los problemas concretos.
Sin embargo, la respuesta a ello, por parte del poder central, Lima, ha sido el enjuiciamiento a los líderes regionales de distintos puntos del país; así, también, en las elecciones pasadas el gobierno decretó, a través de su organismo electoral, la prohibición de las alianzas de los partidos nacionales y los movimientos regionales, lo que ponía en desventaja a las fuerzas regionales con los partidos nacionales. Debiendo muchos líderes regionales participar como invitados en las listas de los partidos nacionales, lo que supone la arbitrariedad y desventaja con que los líderes regionales y sus fuerzas políticas, a quienes representan, deben someterse para poder alcanzar una representación parlamentaria en favor de sus regiones.
Es decir, los líderes regionales a fin de poder lograr una candidatura al parlamento nacional y representar a sus provincias, deben someterse al juego e intereses de los partidos nacionales, que se genera al momento de la designación de quien va a representar a tal o cual región por el partido nacional, sumándose a ello la práctica antidemocrática de compra de cupos congresales de los primeros lugares y de la designación del personaje más cercano al caudillo nacional, líder del partido nacional. Lo que conlleva una desventaja y asimetría de poder a priori, en términos políticos de representación, de los movimientos regionales y sus líderes respecto de los partidos nacionales.
Los procesos electorales (Nov. 2002, Nov. 2006, Oct. 2010) llevados a cabos hasta la fecha, en donde la población ha elegido presidentes regionales, ha contribuido un aprendizaje político electoral para los movimientos regionales; a su vez, ha significado una maduración política de los movimientos regionales, cuya legitimidad y representación política de la población no puede ser puesto en tela de juicio, debido a que en los últimos años se han convertido en los conductores y correas de transmisión entre la ciudadanía y las autoridades, rol que deberían asumir los partidos nacionales; sin embargo, debido a la falta de apertura y modernización de los partidos nacionales y su elitización en la toma de decisiones, ha llevado que los movimientos regionales en crecimiento asuman esta representación política de facto que es necesario encausar otorgándole institucionalidad política jurídica a estas fuerzas políticas representativas de la ciudadanía ante el parlamento nacional.
Así se tiene, de acuerdo a la información de la Oficina de Procesos Electorales el año 2006, participaron 225 movimientos políticos regionales en las elecciones para Presidente Regionales; el año 2010, han participado 295 movimientos políticos regionales en las últimas elecciones a Presidente Regional, lo que acredita una tendencia al crecimiento de estas instituciones políticas al cual hay que encausar dentro de la representación parlamentaria en términos de equilibrio de poder. Asimismo, del total de gobiernos regionales, estas fueron obtenidas en un número de 18 por movimientos políticos regionales, dejando lo residual y en minoría a los partidos nacionales, según los resultados de la ONPE de las últimas elecciones regionales.
La participación política de los movimientos regionales y su posibilidad de poder presentar candidatos al parlamento nacional, generaría el fortalecimiento del Estado unitario, al poder concentrar en el parlamento nacional a toda las fuerzas más representativas de las regiones y provincias del país, por votación popular, democratizando el poder parlamentario con las regiones, vía sufragio, bajo los intereses nacionales y soberanos que el parlamento encarna en representación del pueblo.
Así, también, se estaría desterrando la vieja práctica electorera de los partidos nacionales que arman toda su estructura organizacional en función de motivos propiamente electorera en condicionamiento con los caudillos regionales que solo aspiran a una curul electoral, sin importar el programa, la doctrina o la idea de sociedad o estado que se desea políticamente, convirtiéndose los partidos políticos en partidos de atracción electoral, sin ninguna motivación de formular pedagogía política a la ciudadanía. Por el contrario al poder contar los movimientos políticos con candidatura propia al parlamento, los partidos políticos nacionales no dependerán solo de mecanismos electoreros para las provincias, si no, deberán de abordar la representación a partir de una idea de sociedad y estado, lo que le llevaría a revalorar el debate de ideas, doctrinas e ideologías, para formular sus bases y organización.
Es así que proponemos que mediante ley, aprobado por referéndum, los movimientos regionales tengan capacidad para presentar lista de candidatos al parlamento en su jurisdicción, en un número proporcional que le correspondería de acuerdo a su población electoral vigente a la fecha.
A ello se suma que de acuerdo a la Ley Orgánica de Elecciones nuestro sistema electoral se da por Distrito electoral múltiple, lo que facilita la participación de los movimientos regionales en la distribución de escaños al parlamento, de conformidad con la Resolución N° 2529-2010-JNE. Al coincidir cada región con una jurisdicción electoral, con la excepción de Lima Provincias y Callao, lo que hace un total de 26 Distritos Electorales.
Asimismo, el artículo 30° de la Ley Orgánica de Elecciones establece la cifra repartidora como mecanismo para la obtención de los escaños, para lo cual uno de los requisitos es que el partido nacional haya alcanzado 5% de los votos válidos o 7 congresistas en más de un distrito electoral.
Por principio de igualdad establecido en el artículo 2°, inciso 2, de la Constitución Política del Estado, que establece la igualdad ante la ley, los partidos nacionales y regionales, deben tener las mismas condiciones de participación política, conforme lo establece, también, en concordancia, el artículo 31°de la Constitución, que regula los derechos políticos; a fin de que los movimientos regionales participen de la cifra repartidora de escaños para el parlamento en sus respectivas regiones, deben alcanzar, como requisito, el 5% de votos válidos en el proceso electoral de su jurisdicción electoral. Lo que significaría igualdad de condiciones políticas entre los movimientos regionales y nacionales.
Finalmente, podemos afirmar, que una de las formas más racionales de resolver los problemas del poder es profundizar los propios mecanismos de la democracia, que es la organización racional a través del cual el pueblo tiene acceso al poder.
Proyecto de Ley.
N° ---------
Para la postulación de candidatos al parlamento por los movimientos políticos regionales.
Artículo 1.- De los movimientos políticos regionales.
Los movimientos políticos regionales inscritos debidamente ante Jurado Nacional Elecciones, conforme la Ley General de Elecciones, podrán presentar lista al parlamento nacional, para la jurisdicción al cual se encuentran inscritos, en un número proporcional a su cuerpo electoral, establecido por el órgano electoral.
Artículo 2. De la participación en la cifra repartidora.
Los movimientos políticos regionales participantes del proceso electoral deberán obtener el 5% de votos válidos en su jurisdicción electoral, a fin de poder participar en la distribución de los escaños parlamentarios mediante la cifra repartidora de acuerdo a la Ley Orgánica de Elecciones.
Artículo 3.De la derogación expresa.
Deróguese toda norma que se oponga a la presente Ley.
Artículo 3. De la vigencia.
La presente norma entrará en vigencia al día siguiente de su publicación en el Diario El Peruano.
Febrero del año 2012.
De la necesidad de un referéndum.
Es sabido que parte de la historia peruana se ha debatido en la lucha por el poder entre las regiones y el centralismo limeño. Los intereses de los grupos de poder limeños hoy afincados en el parlamento imposibilitan que proyectos verdaderamente regionalistas que den poder a las regiones hoy pasen por el tamiz de los partidos nacionales que se encuentran vigilantes de sus intereses políticos en el Congreso.
Por el contrario, los últimos acontecimientos políticos dan muestro de la continuidad de las políticas en contra de las regiones; así tenemos el proyecto de ley presentado por una bancada parlamentaria de derecha proponiendo se quite el título de Presidente Regional por el de Gobernadores regionales, a fin de ir menoscabando el poder político de las regiones. Por otro lado, la apertura del debate de la reforma de la ley de partidos políticos, en donde los académicos capitalinos expresan sus teorías no se toman en cuenta a las fuerzas regionales provinciales en sus reglas de juego democráticas propuestas. A ello se suma que existen algunas voces disonantes a la posibilidad de que los movimientos regionales tengan candidatos al congreso.
En esa coyuntura, en donde el poder central se encuentra en pleno pacto con la minería y con los grupos de poder, y en donde las fuerzas políticas organizadas de las regiones expresan el descontento de las provincias y la oposición real de los grupos de poder, imposibilitan que propuestas como la de legislar en favor de las regiones se hagan realidad, y queden archivados como otros tantos proyectos en favor del pueblo.
Sin embargo, la experiencia del pueblo es rica en estos avatares en estos últimos tiempos en su ejercicio de democracia directa; prueba de ello tenemos el referéndum que llevó a cabo un grupo de ciudadanos para la devolución del FONAVI, llegando a buen puerto, y dejando un aprendizaje a los ciudadanos que cuando el pueblo se empodera, se convierte en su propio legislador, que es la esencia de los mecanismo de la democracia directa, como es el caso del referéndum.
La ley de Participación y control ciudadano establece en su artículo 39°, que procede el referéndum para la aprobación de leyes. Cuyo requisito único es que sea solicitado por el 10% de ciudadanos de la población electoral.
Creemos firmemente, sin caer en el voluntarismo, que los movimientos regionales de todo el país y de las distintas regiones, en un trabajo de unidad, en favor de nuestros pueblos, al margen de nuestras diferencias de objetivos y de lectura de la realidad ante la diversidad de nuestras regiones, costa, sierra y selva, le sería fácil alcanzar el número de firmas requeridas para el referéndum en donde el pueblo puede legislar y decidir si los movimientos regionales puedan tener o no candidatos al parlamento nacional.
Recordemos que el referéndum es unos de los mecanismos de la democracia directa en donde el pueblo ejerce el poder al convertirse en su propio legislador; y así superar los obstáculos del centralismo limeño que pudiera existir a este proyecto eminentemente regionalista.
Febrero, verano del 2012.
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